We love 80s

En los últimos años la moda ha sido solo una. O blanco o negro. O cuadros o rayas. O minifalda o vestidos extra long. Por suerte, las cosas cambian y poco a poco los gurús del fashionismo  echan mano del pasado y se dan cuenta de que no todos podemos (ni queremos) ser una oveja más del rebaño. Este año los 80 están de moda. Y no es algo casual.

Por todos es conocido que los 80 fueron una década convulsa en muchas partes del mundo. En España, por ejemplo, la famosa movida madrileña, nos dejó imágenes gravadas en la retina difíciles de olvidar como las de Alaska (en pleno apogeo), Alomodóvar y MacNamara e incluso Bibiana Fernández y Rossy de Palma. No es de extrañar entonces que ya en el Baile de la Rosa  (Mónaco) de 2008 trataran de resucitar ese ambiente entre la jet set del mundo mundial.

Por aquél entonces grupos como Europe, A-Ha  o la encrespada Cyndi Lauper arrasaban en las pistas de baile de medio mundo provocando desmayos (ahora incomprensibles), entre las jovenes veinteañeras. Mientras, los adolescentes -sin edad de bailoteo- nos deleitabamos con séries de televisión como V , El coche fantástico o Corrupción en Miami.

Los 80 nos enseñaron muchas cosas importantes. Por ejemplo que no existe receta para que las hombreras se aguanten sin moverse; que los pantalones de "cuello alto" y tobilleros, solo a "los elegidos" les quedan bien; que las chaquetas XL arremangadas, son algo incómodas pero que con un poco de arte pueden llegar a verse bien y que los "slap bracaletes" son el invento más tonto pero rentable de la historia.

Tambien nos enseñaron que por el bien de uno mismo conviene no abusar de las superposiciones y sobre todo y fundamental, que el pelo encrespado y/o con súper flequillo es algo que cada uno debe juzgar cómo le queda delante del espejo. A los hechos me remito.

 

En fín, los 80 fueron para muchos una época de dudosa excelencia estética, pero si hay algo incuestionable es que fueron la década de los todo vale. Y eso es lo que nos gusta. Por eso desde (dht)bc, queremos reivindicar nuestra década y animar a todos a seguir aquél espíritu d'enfant terrible fuera de los estereotipos y los convencionalismos.

Pero como hemos insistido a lo largo de nuestra incipiente carrera bloguística, no aportar nada a la moda es aburrido y tedioso. Retornar al pasado sin darle un "plus" no tiene ningún sentido, por ello en este post, en contra de la opinión de muchos pseudo-expertos, queremos aplaudir la curiosa reinterpretación ochentera-chic de Katie Holmes, por un lado y la frescura e irreverencia de Lourdes  Maria León -hija de Madonna-, que como no podía ser de otra manera a sus 13 años se perfila como firme candidata al star system de la moda.