viernes, 8 de enero de 2010

El mundo en talla "L". ¿Quién dice que no puede ser cool?


El otro día tuve como una especie de revelación a las puertas del Imaginarium. Estaba en el umbral de la tienda con su puerta y su minipuerta y dejándome llevar por un flashback a mi infancia lozana pensé: "¿cabría aquí un niño gordo?". Y la neurosis galopante me llevó a un nivel superior en la cuestión : "¿tenemos que ser delgados desde mininiños, por imposición social?". Y ya, en pleno ataque superficial pretendí ir directo a la base del asunto: "¿se puede ser gordo (sí gordo, nada de eufemismos políticamente correctos) y stylish????"

Todo el mundo sabe (y el que no lo sepa es porque se autoengaña), que nadie quiere a los gordos; y con esta afirmación lo que vengo a decir sencillamente es que vivimos en un mundo donde prima la delgadez (la juventud es otro tema) como standard estético ineludible. Sustentado por palabras del Káiser en las que, desde el despotismo de su trono, afirma que vivir desde una talla 38 es estar en el purgatorio del sobrepeso.

No seré yo (con mi IMC desproporcionado) quien vaya a negar esa ley de la moda; lo que es objetivo es objetivo... pero entonces: "puedo ser gordo y cool???". Y mi respuesta rotunda es YEAH YEAH YEAH.  Lo que está claro es que si pesara lo mismo que Nicole Richie en sus mejores tiempos de peores relaciones con la comida mi vida sería mas fácil: tendría una mejor consideración social y tendría más ropa que me queda bien. Pero... ¿no estamos hartos de ver a rubias clonadas (hola Lauren Conrad, encantado, mua mua) y que no aportan nada, por muy bien que les quede la ropa? solo son una más en una fila, cual Barbies de plástico en el Toys´r´us.


Y ahora diré una verdad como un templo tibetano: lo importante es estar estupendo en cualquier talla. Y point (léase en francés, que es más cool). Pongo como ejemplo a Beth Ditto, esta chiquita está como una ballena varada pero puede que sea más cool que la propia Kate Moss (creo que me quemarán en la hoguera por hereje). Ella tiene un cuerpo enormous, una perspectiva de la moda no convencional y no está condicionada por complejos preimpuestos. ¿Puede ir kitsch? Sí; ¿puede ir como una morcillita? Sí, claro; pero es cool, o más incluso, es re-cool (preguntémosle sino a Marc Jacobs que hizo una camiseta con ella que me costó un viaje a París conseguirla).


 Por tanto ser cool está íntimamente relacionado con uno mismo. Con su actitud y su personalidad y el estar alejado de convencionalismos sin sentido. ¿Que quiero un pantalón verde con una talla 46? Me lo pongo y si encima he visto Breakfast at Tiffany´s lo combinaré con una tiara. Te pueden llamar pirad@, sí, pero si sales a la calle convencida@ de que vas genial y no proyectas tus complejos en nada, verdaderamente irás cool, con tu rollo diferente, en otras palabras A-POR-TAN-DO al mundo.

Por tanto, y a pesar de los pesares de la grasa acumulada por años de azúcar y carbohidratos sin medida, si aportas algo nuevo, si tus complejos (que hasta la nueva versión 40 de Claudia Schiffer tiene) no te condicionan, si estás seguro de ti mismo y lo acompañas de una actitud natural e irreverente, serás cool en una talla L, o XL. Solo se trata de probar y superar el miedo.


PD: las gafas de pasta siempre ayudan a dar ese aire outsider, que en el fondo a los chicos de la moda les encanta.


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1 comentario:

  1. diskreppoo a los gordos se nos kieree!! a mi me kieren mucho y soy una ballena barada jaja komo la mas cool entre las cool.. y ke digan MISAA. no nos kieren en el mundo de la moda. Pero ahora se estan dando kuenta ke nos adorannnn!! o no? karl, galliano... MMM SOMOS GUAYS Y NOS ADORANN!!

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