Karl Lagerfeld sorprendió a propios y a extraños en la presentación -en París- de su nueva colección Chanel Haute Couture Primavera Verano 2010. Ni un solo vestidito corto en negro se dejó ver en la pasarela (y eso que Coco fue la creadora de este fondo de armario hace más de 100 años).
Esta vez, Karl tenía entre manos algo más allá: la colección que el mismo ha calificado de "neo-barroca" está llena de claras referencias al amarillo ácido, al candy pink y a los colores fluorescentes esta vez tamizados por una mirada de colores pasteles helados.
Chanel sabe que es necesario renovarse o morir, por ello ha rediseñado algunos de sus clásicos como el tradicional traje Chanel y para este verano 2010 ha sustituido las faldas cortas por pequeños shorts o culottes adornados con tules.
Nada de cadenas y/o gold para esta ocasión. Todo olía a un fresco entre floral y comestible. A delicioso muffin glaseado reción salido de la bakery.
La colección fue en sí misma una master class de artesanía. El sobresaliente trabajo hecho por los artesanos del atelier de Chanel, debemos reconocer que, era delicadamente perfecto.
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