viernes, 15 de enero de 2010

Final... ¿Feliz?

Con este post inauguramos una nueva sección que habla de "esas" cosas que les pasan a "esos". Por lo que inevitablemente tenemos que bautizarla con el nombre de: "Sus-esos".

Dicho esto os cuento que esta mañana leyendo La Vanguardia, me ha sorprendido una noticia de esas que meten de relleno y que a mi suelen llamarme la atención. El caso es que a pesar de estar en un recuadrito pequeñito el titular me ha atrapado. Decía así:

Una mujer sobrevive ocho días encerrada en el ascensor de su casa de Sitges.

De por si la noticia ya es sorprendente ¿o no?.  La cuestión es que no he podido resistir la tentación de seguir leyendo. Así que click al titular y amplio la información.




 
Y lo que decían es que al parecer la señora se habría quedado atrapada en el ascensor privado de su casa.  A eso le llamo yo: estar en el lugar equivocado en el momento equivocado. Porque... analicemos esto estadísticamente:
¿Cuantas personas tienen ascensor privado en su casa?
¿Cuantas de las personas que tienen ascensor privado en su casa, lo toman estando solos?
¿Cuantas de las personas que tienen ascensor privado en su casa y lo usan estando solos,  sufren un corte de luz justo cuando están dentro?

Y finalmente:

¿Cuantas de las personas que tienen ascensor privado en su casa, lo usan estando solos,  sufren un corte de luz justo cuando están dentro, tienen a una familia que durante 8 días pasa de ellos?

Vamos que no me aguanto de decirle a esta señora: - Amiga, protéjase de los rayos....

La cuestión es que además de este análisis estadístico -cosecha propia que me apetecía compartir con vosotros-, lo más perturbador de la noticia ha sido el subtitulo que acompañaba el relato y que lanzaba al aire el siguiente interrogante:


Se desconoce de qué se ha podido alimentar durante este periodo



Hagan sus apuestas...


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